Expresiones del Arzobispo de San Juan y líderes religiosos sobre la deuda, el paquete de asistencia para desastres y las pensiones de los empleados públicos

Pero, si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí,
más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino
y lo hundieran en lo profundo del mar
– Mateo 18:6.

Desde el 2015, con la ayuda y colaboración de la organización religiosa Jubilee USA Network, hemos hecho un llamado a líderes, a nuestro pueblo y creyentes para trabajar por un Jubileo para Puerto Rico.

Frente a la crisis de la deuda y una tasa de pobreza infantil de 60%, hacemos un llamado a reducir por la reducción en la deuda, detener las políticas de austeridad, y proteger las pensiones, al mismo tiempo reducir pobreza infantil en la isla.

Estamos preocupados por la corrupción gubernamental. El Congreso prometió, que a cambio de un mecanismo de restructuración de la deuda, se impondría la creación de una junta de supervisión fiscal en Puerto Rico

Después de que el Congreso aprobó una legislación emergencia para restructuración de la deuda en 2016, entendíamos que nuestro pueblo estaría en una mejor posición con este acuerdo. Los primeros planes fiscales, creados por la junta de supervisión fiscal, consideraron una reducción de un 80% de los pagos de la deuda. Además, cabe destacar que esta legislación del Congreso estableció protecciones para las pensiones y el proceso oficial de auditoría. El Congreso dirigió su esfuerzo para tomar medidas para reducir la pobreza infantil.

Esperamos que las promesas hechas a nuestro pueblo se cumplan.

Lamentablemente, en el otoño de 2017, cuando los huracanes María e Irma arrasaron nuestra isla, nuestras esperanzas de reestructuración de la deuda y reducción de la pobreza infantil también fueron víctimas adicionales de los huracanes.

Debido a proyecciones optimistas de crecimiento económico debido a la ayuda federal y los fondos de reconstrucción, la junta de supervisión fiscal negoció pagar más deuda. Si bien hubo algunos cambios en las propuestas de deuda de PREPA y COFINA, se quedaron cortos en la reducción de la deuda, quedándose cortas las promesas de Jubileo para Puerto Rico.

Cuando las propuestas fracasaron en el ofrecimiento una reducción significativa de la deuda, el costo de la misma será pagada por nuestro pueblo, en particular nuestros niños y niñas.

También observamos el proceso de desmantelar auditoría de la deuda. El Congreso no aprobó todas nuestras recomendaciones para reducir la pobreza infantil.

A pesar de que nos estamos recuperando de los huracanes, luchando contra la crisis de la deuda, todavía afirmamos como pueblo la esperanza. Somos un pueblo que deposita su esperanza en el Ministerio Pascual. La resurrección vence a la muerte y la luz siempre ilumina la oscuridad.

La semana pasada, el presidente Trump firmó un proyecto de ley para brindar más ayuda en casos de desastre a nuestras islas. Se asignaron más de $ 50 mil millones para la recuperación y solicitamos al Congreso y a la Casa Blanca que continúen con este esfuerzo y asignasen $ 70 mil millones adicionales necesarios para recuperación.

Esta semana la junta de supervisión se reunió y los trabajadores votaron por nuevas propuestas para las pensiones, conscientes de ello, nosotros valoramos el esfuerzo de la junta de supervisión por proteger las pensiones. A la vez, trabajamos junto a los líderes sindicales para exigir que protejan los planes de pensiones de la mayoría de nuestra gente.

En la medida que el proceso de bancarrota y las negociaciones con los acreedores continua esta semana, estamos agradecidos y esperanzados de que las discusiones se centren nuevamente en mayores recortes de deuda.

Hacemos un llamamiento al Gobernador, a la junta de supervisión y a los acreedores a realizar recortes similares a los propuestos planes fiscales presentados antes del pasos de los huracanes: recortes de deuda de 80 centavos por dólar. Debido al trabajo de destacados economistas y nuestros socios en Jubilee USA, sabemos que no podemos arriesgarnos a un recorte de la deuda de menor del 80%

Nuestra pueblo y funcionarios gubernamentales deben unir fuerzas para poner fin a la pobreza infantil y la epidemia de migración. Nuestro futuro está en nuestra gente y es un pecado social que muchos de nuestros niños vivan bajo niveles de pobreza.

Con esperanza y solidaridad, nos unimos a nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo, que luchan contra de crisis de la deuda y las altas tasas de pobreza infantil. Apoyamos las propuestas de nuestros socios religiosos en todo el Caribe, que piden una restructuración de la deuda ante la realidad de huracanes y desastres naturales. Nos unimos a nuestros socios en otros países y de las Naciones Unidas, que solicitan un una restructuración de la deuda, al niveles de transparencia, un proceso responsable de prestar y tomar prestado, los esfuerzos en contra de la corrupción y el derecho a un proceso de quiebra global que proteja a los más vulnerables.

Puerto Rico enfrenta una limitación de instrumentos para lidiar cabalmente con los grades retos que enfrentamos: las deudas impagables y los desastres naturales.

Continuamos en crisis porque Puerto Rico es una colonia de los Estados Unidos.

Nuestra capacidad de resistencia, recuperación y resolución de nuestros propios desafíos está vinculada a nuestro estatus político y colonial. Hacemos un llamado a nuestra pueblo y a nuestros funcionarios para comenzar un diálogo nuevo y creativo para resolver nuestro estatus político.

Nuestro futuro y el de nuestros hijos dependen de nuestras respuesta a estas preguntas. El desarrollo de nuestro pueblo está directamente vinculado a la superación de las relaciones coloniales con los Estados Unidos. Es nuestra esperanza el cumplimiento de la promesa del Jubileo del Creador.

 

Arzobispo Metropolitano Roberto O. González Nieves, OFM, Arquidiócesis Católica San Juan de Puerto Rico

Reverendo Heriberto Martínez-Rivera, Secretario General de la Sociedad Bíblica de Puerto Rico y Coordinador de la Coalición Ecuménica e Interreligiosa de Puerto Rico

Padre Enrique Camacho, Director Ejecutivo de Caritas Puerto Rico